lunes, 6 de abril de 2009

Siguiendo la ruta del Loncco Arequipeño

Por: Taryn Cheé

A una hora de la ciudad de Arequipa, ruta este, el pueblo de Sogay aparece entre los cerros. Ubicado en el distrito de Yarabamba, este tradicional poblado arequipeño, poseedor de una red de andenería preinca edificada a orillas de la quebrada del río Sogay, nos recibe con casas de adobe y sillar, con su iglesia republicana, epicentro de fervientes manifestaciones de fe, y con una población arraigada en tradiciones y costumbres muy fuertes.

El pequeño pueblo de Sogay, con sus cataratas que caen por la parte más estrecha de la quebrada, no es muy diferente a la mayoría de los pequeños poblados andinos. Hay gente amable, hermosos paisajes, aire puro y una sensación de que, por esta parte del mundo, el tiempo se detuvo, o por lo menos va sin mucha prisa.

Pero las particularidades de este pintoresco pueblito van apareciendo con el pasar de los pausados minutos. Las casas, antiguas y tradicionales, se muestran coloridas y bien conservadas, el trato a los visitantes no solo es amable, es informativo, y los sogayinos no vienen a pedir “one dollar”, se acercan para demostrar por qué Sogay es un buen motivo para salir de casa y hacer turismo.

A pesar de que el trayecto desde Arequipa es cómodo y no muy prolongado, el hambre es una variable infaltable en toda experiencia viajera. Una picantería, tradicional manifestación culinaria de la cultura arequipeña, fuente inagotable de platillos adictivos, aparece con sus exquisitos olores para atraernos sin mayor resistencia posible. Adentro, la señora Doris Paredes nos recibe para ofrecernos la variada carta de platillos con comidas típicas -torrejitas de lacayote y cuy chactado- con productos ecológicos y naturales de la zona, ella nos cuenta que Sogay recibió la visita del CIED con un proyecto de desarrollo turístico para el pueblo cuyas actividades fundamentales eran la ganadería y la agricultura.

Las casa resanadas y pintadas alegremente y la refacción de los caminos que llevan hacia las lindas cataratas a través de los paisajes embriagantes de Sogay son parte de una primera etapa del proyecto.

Nuestra amable anfitriona nos cuenta que llevaron personas a centros históricos a Arequipa para que vean los colores tradicionales que se usaban.

La segunda etapa del proyecto consistió en la mejora sustancial de las cocinas. Ahora las cocinas están hecha de ladrillo con piedra sillar y barro, la cubierta es de cemento y tienen una chimenea.

“Uno de los mayores beneficios que nos trae esta clase de cocina es principalmente que el humo ya no se queda dentro de la cocina, sale por la chimenea, y las que cocinamos no estamos todo el tiempo con el humo en los pulmones”. No solo es una propuesta para el desarrollo turístico del lugar sino que la calidad de vida sus pobladores se proyecta hacia una mejora considerable.

Al principio, nos cuenta la talentosa cocinera, no tenían mucha confianza en el proyecto porque muchas instituciones ya les habían ofrecido diferentes tipos de ayuda y beneficios que nunca se materializaron. La persistencia y dedicación del equipo del CIED los convenció de que se trataba de un proyecto serio e hizo que todas las familias del pueblo, no muy numerosas por cierto, se inmiscuyeran de manera concienzuda en el proyecto para Sogay.

“Mucha gente se estaba yendo del pueblo, estaba bien abandonado. Ahora vienen de afuera a comprar terrenos, pero el pueblo no quiere vender y quieren seguir viviendo aquí y hacerlo como era antes, de adobe y sillar, no con cemento, para guardar el tipo de vivienda de antes”, sentencia Doris.

Mientras terminamos un ligero desayuno de yogurt casero con frutos naturales de la zona, y antes de salir de la picantería que la señora Doris administra junto a sus hermanas, eximias cocineras por tradición y por vocación, nos enteramos que en Sogay existe una asociación de gastronomía conformada por seis personas que se turnan y organizan para recibir a todos los viajeros que visiten este acogedor rincón de los Andes.

Camino arriba por los senderos flanqueados de estas tradicionales viviendas, nos encontramos a Vilma Polanco Villanueva, presidente de la asociación gastronómica de Sogay, nos manifiesta el carácter integral del proyecto turístico que CIED planteo: “Vino CIED, se presentó por intermedio del consejo, traían un proyecto de turismo, “la Ruta del Loncco Arequipeño”, que sería una ruta que atraviesa todo el valle pasando por Sogay. Empezamos las conversaciones y trabajamos juntos haciendo festivales y promocionando el turismo aquí en Sogay”, manifestaba entusiasmada nuestra segunda anfitriona.

Los pobladores de Sogay saben que su vida ha cambiado y sus expectativas se han elevado de manera importante. No solo la ganadería y la agricultura serán su forma de manutención, sino que el turismo se presenta como un proyecto serio y generador de riqueza, y eso se nota en el ambiente.

En el pueblo se habla de más capacitaciones en cuanto a productos ecológicos, técnicas para mejorar el yogurt y hacer microempresa, de hacer viajes o pasantías para conocer diferentes lugares y tener ese desarrollo turístico que hay en otros sitios.

“Hemos ido hace poco al Cuzco, -cuenta Vilma- a sitios donde promocionan el turismo para ver cómo se organizan. Hemos conocido la organización que tienen, el trabajo y la forma de tratar al turista cuando llega, muchas cosas que son muy valoradas para este pueblito de Sogay”.

Terminamos de escuchar interesadamente a Vilma y decidimos conocer las bondades naturales del paisaje Sogayino. Es ahí que nos enteramos de la existencia de una asociación de jóvenes que hace las veces de guía de turismo y de brigada ambiental.

Buscamos a Vanesa, la amable muchacha nos atendió como no podía ser de otra forma en este encantador Sogay. Emprendimos, junto con un grupo de visitantes extranjeros, la caminata rumbo a las cataratas mientras Vanesa nos explicaba que con el proyecto del CIED se buscó integrar a los jóvenes en todo este renacer de Sogay a través del turismo.

Los jóvenes son parte fundamental del desarrollo de los pueblos, y su entusiasmo y vitalidad hicieron posible que captaran perfectamente lo que significaba el guiado de turistas y la manera profesional en que se debe desarrollar esta actividad. Se juntaron chicos de Sogay, de San Antonio y de “más arriba” y recorrieron las zonas que serían parte del circuito turístico, estudiaron la historia y mitos de sus pueblos, conocieron y practicaron la forma de tratar a los turistas y comenzaron a tener más soltura frente a los visitantes.

Ahora sí, la guía turística empezó en la plaza, un poco de historia y luego nos enseñaron las casas de sillar. Nos manifiestan su deseo de que las construcciones de adobe y de barro sigan siendo así ya debido la creciente demanda de terrenos y propiedades en el pueblo hacían peligrar la continuidad de estas construcciones tradicionales.

Después nos llevaron a la Tanccana que es un molino grande que está deteriorado y quieren que se refaccione. Luego seguimos a las cataratas siguiendo el recorrido del canal. Llegamos hasta Carahuaya, lugar de la andenería preinca. El paisaje es hermoso. Seguimos y llegamos a los pirograbados y petroglifos, ahí hay un sol, una serpiente, una llamita.

Luego llegamos al río por un caminito un poco difícil, pero la aventura hace que nos emocionemos y llegamos a la caída de agua. Ahí descansamos y nos bañamos. Un poco más de caminata, subimos y llegamos a la cima de las cataratas. El paisaje es verdaderamente impactante. Las historias de los antiguos del pueblo brotan de la boca de nuestros jóvenes guías. La vaca con su ternerito de oro, el timón formado por las rocas. La tradición oral asegura su continuidad, felizmente.

En este punto empezamos el regreso. Recorremos por la acequia alta, de donde se ve todo el paisaje de Sogay, es un hermoso camino lleno de plantas medicinales, mágicas. Estuvimos de vuelta a las 5 p.m. en la plaza de Sogay. Un buen descanso era merecido. Mientras el aire refrescaba y se asimilaba la experiencia, una última idea surgió inobjetable: terminar el viaje de la mejor manera. El cuy chactado de Doris esperaba.

1 comentario:

Sandra dijo...

es muy interesante todo este paseo, pero tngo algunas dudas sobre como iegar a sogay :S, cuanto demoraria caminando desd yarabamba hasta las cataratas?? y q se podria ievar de fiambre ???