Por: Ricardo Claverías Huerse
La tesis central que se planteó en esta exposición efectuada en los “Desayunos Temáticos” organizados por el CIED en homenaje a sus 35 años de vida, es la siguiente: que si bien es cierto la denominada “Nueva Ruralidad”, destaca la importancia que vienen teniendo las actividades no agropecuarias en el mundo rural - como la pequeña industria, el turismo, la artesanía, etc. - para generar mayor empleo e ingresos a las familias del campo; en esa Nueva Ruralidad no se debe perder la perspectiva de la enorme importancia que tiene la necesidad de impulsar también el desarrollo de la producción agrícola. De lo contrario, si no se tiene una visión integrada de las actividades no agrícolas con la producción agrícola, se estaría fuera del enfoque del desarrollo territorial.
En todo caso cuando se investigue, se sistematice o se elabore proyectos referidos a las actividades no agropecuarias en el mundo rural, también debe tratarse el tema de cómo esas actividades no agrícolas propician el desarrollo agrícola y viceversa. Porque de poco valdría desarrollar actividades no agrícolas en un contexto donde la agricultura se deprime y hasta es abandonada por muchos agricultores que emigran hacia las ciudades, aún si tenemos en cuenta que la agricultura tiene un bajo crecimiento en el país, no obstante su gran importancia tanto como ofertante de alimentos, como también de puestos de trabajo.
Debe tenerse presente que es bajo el crecimiento del sector agropecuario (entre el 2001 y el 2006 creció el 2,5%) en que se profundizó más la pobreza. Durante este lapso, los precios reales de los principales productos en chacra continuaron cayendo: el de los productos agrícolas bajó 3,4 por ciento y el de los pecuarios 4,8 por ciento.
El precio de la papa —principal producto del campesinado pobre— se redujo 33 por ciento. Los productos cuyos precios mejoraron son principalmente de exportación: café (80,3 por ciento), ajo (36,2 por ciento), espárrago (19,4 por ciento) y frijol (18 por ciento). La modernización no se expande o lo hace muy poco hacia la pequeña agricultura.
La población económicamente activa está distribuida en tres grandes sectores económicos, en el primario (52 por ciento), en el que destacan la agricultura, la ganadería, la pesca y la minería extractiva, todas ellas —salvo la minería— tienen bajos niveles de productividad.
Nueva dinámica de los cambios en el medio rural
Existe graves problemas en el sector agrario y en el mundo rural, no obstante vienen dándose nuevas tenencias que avizoran que sí es posible el desarrollo agrícola en particular y rural en general, esas nuevas tendencias son las siguientes y deben constituirse en parte de los lineamiento principales de la “Nueva Ruralidad”:
Aunque la mayoría de los productores rurales tiene pocos recursos económicos y tierras, como respuesta esa sociedad es cada vez más altamente diversificada, esa tendencia es un gran potencial para superar la pobreza (porque puede ubicarse en la acumulación flexible como ventaja para engancharse en la globalización).
Existen nuevas dinámicas organizativas e institucionales, como son las asociaciones y las cadenas productivas espontáneas y formales.
Se están formando nuevos mercados para los productos y servicios rurales agrícolas (por ejemplo, para productos orgánicos) y no agrícolas, como el turismo o las pequeñas empresas transformadoras.
Existe una mayor articulación campo-ciudad.
Mayor vinculación de lo local con lo global (por ejemplo, con los productos orgánicos o los productos exóticos del mundo andino y amazónico).
Nuevos patrones de consumo del paisaje rural y sus actividades tradicionales mediante el turismo vivencial.
Por otro lado, la agricultura se diversifica y se crean multiocupaciones en el medio rural, con las siguientes características:
· Actividades no agrícolas vinculadas al desarrollo de estrategias de las familias productoras con pocos recursos.
· Surgimiento de nuevas características en subterritorios que pasan a ser más dinámicos desde el punto de vista comercial.
· Surge como desafío la necesidad de innovación en la agricultura para la generación de empleo familiar.
· Posibilidad de encadenamientos productivos múltiples entre familias que viven en el campo con los que viven en las ciudades.
· La agricultura está participando en una nueva dinámica campo-ciudad.
Se está incrementando el espacio social territorial para la agricultura:
La población rural está pasando de su radio de acción desde el mercado micro hacia mercado macro regional.
Se intensifica la mercantilización de la producción agrícola y rural.
Surgen nuevos emprendimientos e iniciativas de productores rurales para efectuar cambios tecnológicos, para transformar insumos locales y para acceder a mercados más lejanos.
Sin embargo, aún falta conocer más sobre propuestas de estrategias endógenas para el desarrollo rural, sin la ayuda pesada y no sostenible de cooperantes internacionales o del Estado. Se conoce poco sobre los impactos del mercado y del cambio climático sobre la producción y la calidad de vida en el medio rural.
Se conoce poco sobre el impacto del mercado sobre las organizaciones y la institucionalidad tradicional de las comunidades o de los pequeños agricultores. Las políticas de Estado no dan prioridad al desarrollo agrícola en particular y rural en general. Se requiere, por tanto, un nuevo enfoque de desarrollo rural para integrar a territorios marginados y pobres en el proceso de creación de territorios competitivos, inclusivos, donde se supere la pobreza.
martes, 30 de setiembre de 2008
LA AGRICULTURA EN LA NUEVA RURALIDAD: Una complementación necesaria
ACTIVIDADES NO AGRÍCOLAS en el marco de la nueva ruralidad
Por: Noemi Marmanillo B.
Algunas características de la nueva ruralidad en la actualidad son: la tendencia a la industrialización de la agricultura, con gran intensificación en el uso de los recursos de capital; la existencia de amplios sectores con dificultad para acceder a mercados de capital que con pequeños predios son empujados hacia situaciones de mayor pobreza; y como un aspecto positivo encontramos que en las ciudades se ha producido una revalorización de lo rural, con una tendencia presionada por el crecimiento de la ecología como un factor importante, esto genera nuevas demandas desde la ciudad hacia el campo, el consumo de alimentos más sanos y paisajes menos contaminados, este escenario es una oportunidad para estos agricultores en situación de marginalidad, ya que estos son los que menos han modificado su paisaje y forma de cultivar sus productos.
¿Cuál es el estado de la nueva ruralidad?
La nueva ruralidad se encuentra en un contexto de una sociedad rural altamente diversificada, no es que los productores estén dedicados solamente a la actividad agrícola, los productores rurales tienen pocos recursos, justamente por no entrar en este proceso de cambios en su ecología y medio ambiente.
Existen nuevas dinámicas organizativas e institucionales. De igual manera urge fomentar políticas públicas para los nuevos mercados rurales no agrícolas tanto como para los procesos de desarrollo rural que continúan utilizando enfoques asistencialistas.
En esta coyuntura, este sector no tiene las condiciones de insertarse en el proceso de “modernización”, por lo que se piensa que los programas sociales que se tienen que trabajar en estos espacios deben ser asistencialistas, generalmente esta visión es promovida desde el gobierno y a veces también desde las ONGs, la clave está en cómo se da ese salto del asistencialismo al desarrollo.
El enfoque territorial del desarrollo rural, como lo dice el observatorio Leader sostiene que un territorio es competitivo si puede afrontar la competencia del mercado, si puede garantizar la viabilidad medioambiental, económica, social y cultural y si puede intervenir aplicando lógicas de red y de articulación interterritorial. De esta manera se puede lograr que los territorios sean competitivos.
Para elaborar un proyecto de territorio competitivo se debe orientar a desarrollar 4 capacidades entre los actores y las instituciones locales:
- Desarrollar la capacidad de valorizar su entorno
- La capacidad de actuar juntos
- De crear vínculos entre sectores de modo tal que se mantenga en la zona el máximo valor agregado que se genera en estas nuevas actividades
- De establecer relaciones con otros territorios y con el resto del mundo.
Esta nueva ruralidad presenta nuevas actividades no agrícolas, sin dejar las agrícolas por ser de suma importancia ya que sigue siendo una actividad estratégica para el desarrollo, sin embargo está diversificándose con otro tipo de actividades de donde surge esta pluriactividad.
¿Qué actividades se están generando?
Agroindustria Rural: Agregación de valor de alimentos producidos en la localidad: derivados Lácteos, molinería básica, transformación de frutas y hortalizas, procesamiento de carnes.
Recreación y Turismo Rural: camping, agroturismo, turismo de aventura, granjas museos, caza, pesca, granjas educativas, deportes de aventura.
Artesanía
Comercio
Otras actividades económicas que producen autoempleo del propietario del predio o aún empleos fuera del campo, que lo convierte en agricultor a tiempo parcial. Sin dejar la agricultura como actividad continua.
Algunos factores que intervienen en el éxito de estas actividades son:
Factores físico espaciales
Cercanía a centros urbanos
El paisaje y las condiciones climáticas que permitan aprovechar durante un período más prolongado el paisaje.
El estado de conservación del paisaje y la naturaleza en general.
Accesibilidad y adecuada conexión a medios de transporte.
La calidad y cantidad o concentración de las amenidades y productos locales.
Factores económicos
El precio de los productos debe ser competitivo ya que si en el proceso de diversificación no se consigue precios competitivos con productos similares se tendrán pocas posibilidades de obtener el éxito.
El grado de complementación de las diversas formas de diversificación emprendidas, por ejemplo la producción y venta de productos agroindustriales se potencia con el turismo y viceversa.
La calidad de la oferta y la capacidad asociativa para ofertar productos. La diferenciación de los productos y servicios.
Factores socioculturales
La imagen de la zona, constituye un factor de fundamental importancia ya que es muy difícil remontar las imágenes adversas que puedan tener los consumidores.
Una cultura familiar que permita el desarrollo de la imagen de hospitalidad, solidaridad.
Las costumbres locales como factor de diferenciación.
Factores de Intervención Gubernamental o de las ONGs.
El estímulo a las propuestas asociativas
El desarrollo de estándares de productos (calidad), capacitación e infraestructura local y regional (servicios básicos, carreteras, etc).
El empleo rural no Agrícola constituye, para algunos hogares, un mecanismo de superación de la pobreza que la pura actividad agrícola no permite. Asimismo permite estabilizar los ingresos compensando la estacionalidad de la producción y del empleo agrícola, permite diversificar las fuentes de ingreso reduciendo los efectos de los riesgos inherentes a la agricultura, estimula y a la vez es una consecuencia de la modernización de la agricultura, al proporcionar los enlaces con la industria, el comercio y otros servicios.
Algunas experiencias exitosas
“Colores Para Antioquia”: Consistió en convertir un pueblo en una obra de arte, para poner en valor la cultura local y convertirse en un destino turístico.
“Desarrollo de la Agroindustria Rural”: Promueve la transformación agroindustrial de frutas de la zona, con la participación de 30 microempresas familiares, lideradas por mujeres.
Conclusiones
Toda la agricultura familiar es ahora pluriactiva.
Los mercados continúan concentrándose con desventajas para los oferentes dispersos que no se organizan
Las emergencias económicas de la agricultura familiar son impredeciblemente recurrentes.
Los ingresos por actividades no agrícolas son cada vez mayores.
El desarrollo de las actividades no agrícolas tiene que ser con enfoque empresarial.